Uno de los materiales que se pueden utilizar en el revestimiento de piscinas es el liner, una membrana hecha de PVC que se utiliza desde 1970, tanto en piscinas nuevas de cualquier material (acero, pvc, hormigón, etc.) como en piscinas que ya tienen algún tiempo e incluso en aquellas que llegan a perder agua o que necesitan una reparación.
De todos los materiales, el liner es posiblemente el más dúctil y flexible con un tacto muy agradable y actualmente es uno de los que más se elige, quizás no porque sea el más económico, pero sí porque es de los que dan una relación calidad-precio mayor.
De hecho, el desarrollo del liner como elemento de revestimiento para piscinas ha permitido que se avance muchísimo, pudiendo encontrar multitud de diseños y colores para personalizar la decoración de la piscina, segun diversos fabricantes.
Y es que el liner (en bolsa) viene de fábrica a las medidas que se necesiten para la piscina y además su colocación puede necesitar de tan solo 3-4 horas, dependiendo del tamaño de la piscina.
No va pegado a la piscina sino que primeramente se realiza vacío para que se ajuste todo lo posible a la estructura existente y es el propio agua el que hace que el material se adapte a la estructura haciendo que quede una superficie suave y bonita que no aparenta, para nada, el material donde está contenida el agua de la piscina, como si realmente fueran las propias paredes las que la contuvieran.
Sí hay que tener cuidado con algunos detalles, como por ejemplo mantener el pH en niveles normales impidiendo que haya brusquedades (porque pueden formarse arrugas difíciles de quitar) o controlar dicho nivel en el agua, ya que se podría producir una decoloración del material.
También hay que recurrir a profesionales, en caso de que sea necesario vaciar la piscina, de cara a que al volver a lennar, la colocación del liner vuelva a ser la adecuada, tanto en el suelo como en las paredes.