Importancia de los impermeabilizantes en el vaso de la piscina

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Habitualmente, cuando nos planteamos la construcción de la piscina, nos solemos fijar mucho en como serán las terminaciones, la parte “visible” de la piscina, no dándole tanta relevancia a su impermeabilización, siendo este un aspecto fundamental, de cara a no tener futuros problemas de perdidas de agua y demás, en la piscina.

Fuente: www.beal.be
Fuente: www.beal.be

De cara a plantear la importancia que realmente tiene la impermeabilización del vaso de la piscina, deberíamos diferenciar, a grandes rasgos, entre tres tipos diferentes de impermeabilización:

  • IMPERMEABILIZACION EN ESTRUCTURA; el impermeabilizante está incluido en la propia estructura del vaso. Ejemplo, el hormigón gunitado, el cual ya incluye el impermeabilizante en el propio hormigón proyectado.
  • IMPERMEABILIZACIÓN SOBRE LA SUPERFICIE; Aplicamos el impermeabilizante, de un modo u otro dependiendo del material, sobre la propia estructura del vaso.
  • IMPERMEABILIZACION Y TERMINACIÓN, EN UNO; El impermeabilizante utilizado también actúa como terminación estética de la piscina. Ejemplos, revestimientos continuos, liners…

Lo primero que debemos tomar como premisa fundamental es, que por lo general, un mismo impermeabilizante no sirve para cualquier tipo de piscina o material, es decir, un impermeabilizante que por ejemplo funcione correctamente en piscinas de hormigón, no tiene porqué funcionar en una piscina de acero o de fibra.

Por tanto, resulta fundamental saber para qué tipo de material es adecuado cada impermeabilizante. De hecho, recomendamos solicitar las especificaciones de los impermeabilizantes que se vayan a utilizar, así como sus homologaciones para un fin u otro. Dichas homologaciones certifican para qué resulta adecuado el uso de dicho material.
Para nosotros es un aspecto sumamente importante, y en un momento de crisis como la actual, aún más, ya que nos encontramos con que en la actualidad se están dando casos de empresas que se atreven a comercializar productos que en teoría, pueden ser adecuados para un determinado uso, pero que no disponen de las homologaciones pertinentes, que así lo certifiquen.

Incluso, hemos sabido de casos, en los que el material utilizado no ha resultado apto para un determinado uso, y el fabricante ha sido consciente de ello a posteri, una vez que el material ya había sido utilizado.

Respecto a estas homologaciones, no solo es importante el tipo de estructura sobre el que se va a utilizar el impermeabilizante, sino también el tipo de tratamiento de agua al que el material se va a ver expuesto. Puede darse el caso, por ejemplo, que un material sea absolutamente apto para su uso en piscinas tratadas con cloro, y o lo sea en piscinas con cloración salina. Por tanto, fundamental, asegurarse de que los materiales a utilizar son aptos para nuestra piscina.

También tiene su importancia la ubicación de la piscina, el clima, la acción del sol, del viento, etc.

En cuanto a qué tipo de impermeabilizante es más o menos adecuado, dependerá de múltiples factores, siendo muy importante el asesoramiento de profesionales, que nos puedan plantear las alternativas más recomendables en cada caso.

Sí es cierto, que por lo general, es recomendable que el impermeabilizante a utilizar tenga ciertas cualidades eláticas o de flexibilidad. Tengamos en cuenta que el efecto del agua, así como las habituales dilataciones estructurales por los cambios de tiempo y demás pueden producir grietas o roturas si los materiales son especialmente rígidos. Tampoco es recomendable que el material sea sumamente elástico, ya que puede desvirtuarse en exceso cuando las temperaturas sean elevadas, siendo complicado que actúen correctamente a partir de ese momento, además de que estéticamente puedan perder su estructura y actractivo original.

Respecto si es más adecuado que el impermeabilizante actúe también o no, como terminación estética, dependerá de cada caso y los gustos del cliente.

NOTA: Es importante aclarar que al contrario de lo que muchos clientes suelen pensar, por lo general, el gresite utilizado para terminar una piscina, realmente no actúa como impermeabilizante, siendo únicamente una terminación estética para nuestra piscina.

Algunos ejemplos de impermeabilizantes para piscinas son los morteros impermeabilizantes (cemento y polímeros modificados), poliureas, membranas, polivinilos (liner o lámina armada), fibra de poliéster, microcemento, etc…

Como es lógico, dentro de cada tipo de impermeabilizante, nos podemos encontrar con diferentes calidades, fabricantes y precios, por lo que deberemos valorar en su justa medida dichos aspectos, para determinar cual es aquel que más nos interesa.

Otro aspecto a tener en cuenta, y tan importante como la elección del material, es su aplicación. Como en muchos otros sectores, un material fantástico mal aplicado o instalado, deja de serlo, pasando a convertirse en un problema. Por tanto, resulta fundamental el elegir a profesionales especialistas en la aplicación del material elegido, que nos garanticen su perfecto funcionamiento.
Se da la circunstancia que en ciertas ocasiones, algunos profesionales recurren a un tipo determinado de material, no porque resulte más adecuado, sino porque es más sencilla su aplicación…

Esto puede ser así, pero en muchos otros casos, no por tener una aplicación más complicada tiene que ser mejor el resultado, pero sí es un aspecto a valorar.

Equilibrio perfecto; Material óptimo para el tipo de piscina y tratamiento del agua que tengamos + aplicación sencilla que nos abarate el coste de instalación.

En todo caso, no debemos obviar que el uso de impermeabilizantes no solo se da en la construcción de piscina nueva, sino que incluso puede resultar aún más importante cuando se trata de reparar o rehabilitar piscinas ya existentes.

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